Actualmente, el mejor de todos

Muchas personas a las que les agrada el handball conocen a jugadores como los franceses Nikola Karavatic y Jackson Richardson, o al ruso nacionalizado español Talant Dujshebaev, o al croata Ivano Balic y saben que ellos fueron los mejores jugadores del mundo en años anteriores. Pero pocos saben que hoy en día el mejor de este planeta es un checo: Filip Jicha. Él nació en Pilsen, una ciudad que tiene 165 mil habitantes y que, geograficamente, se encuentra a la izquierda de la capital de República Checa: Praga, que se ubica en el centro del país.

Él juega de lateral izquierdo, tiene 29 años, mide 2.01 metros, pesa 103 kilos y debutó como profesional en el Slavia Pilsen en 1995. En 2000 pasó al Dukla Praga. En 2003 le llegó la hora de emigrar: el club Sankt Otmar Sankt Gallen de Suiza fue su nuevo equipo. En 2005 da un gran salto en su carrera al fichar para el TBV Lemgo de Alemania y se mantuvo hasta 2007, año en el que arribó al THW Kiel, del mismo país, por 350 mil euros. Fue una cifra irrisoria comparada con los 800 mil euros que le pagó el Ciudad Real al Valladolid por el español Chema Rodríguez Vaquero ese mismo año. Lamentablemente, no se lo pudo ver en el Mundial de Suecia del corriente año porque su Selección no clasificó, pero si estuvo en Alemania 2007.

En 2010 fue elegido el mejor jugador del mundo por la Federación Internacional de Handball ya que obtuvo el 31% de los votos. En el segundo y tercer puesto se ubicaron los franceses Nikola Karabatic, quien fue compañero de Jicha en el Kiel, con el 28% y Thierry Omeyer con el 17%, quien es arquero. De esta manera, el handbolista se convirtió en el primer checho de la historia en obtener este premio.

Entre sus títulos se destacan la Liga de Campeones de 2010, la Bundesliga de 2008, 2009 y 2010, y la Supercopa de Europa de 2007. Mientras que otros logros en el aspecto personal son: máximo goleador de la Liga de Campeones del 2009 y 2010, mejor jugador de la liga de campeones de 2010 y mejor jugador de la Bundesliga del 2010. Todas estas conquistas son con el Kiel alemán. Con la Selección de República Checa fue el mejor jugador y el máximo goleador, con 53 tantos en seis partidos, de la Copa de Europa de Austria 2010.